“De niña, me imaginaba cómo sería yo de minera”

“LA MINERÍA EN EL PERÚ SOLO CUENTA CON UNA PARTICIPACIÓN FEMENINA DE 6%. EN MERCADOS MÁS MADUROS, LA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER LLEGA A 12% (AUSTRALIA); EN CANADÁ, A 17,9%; Y EN INGLATERRA, A 16,6%”.

Podemos cumplir nuestras metas y objetivos, aunque muchos nos dijeron que no podríamos ya que somos mujeres, pero el hecho de ser mujer u hombre no nos limita. Debemos seguir adelante y cumplir lo que nos propongamos, porque, si bien es cierto que a veces podemos caer, también aprendemos a levantarnos y a seguir, aprender de nuestros errores y seguir creciendo más.

El mayor reto fue hablar con mi familia y decirles que quería estudiar ingeniería de minas. Cuando lo mencioné se opusieron, argumentando que era una carrera muy pesada y difícil, aunque sabía que la preocupación de mis padres era porque mi papá había trabajado en mina.

Cuando mi padre llegaba a casa, después de trabajar en la mina, lo veía quitarse el casco y los implementos que usaba; me los ponía y me imaginaba cómo sería yo de minera. Entonces, recuerdo que para esa fecha la Universidad Tecnológica del Perú fue a mi escuela y ofreció un recorrido para conocer las carreras que presentaba. Me uní al recorrido y nos mostraron cómo era la carrera de Ingeniería de Minas.

Un domingo, luego de misa, al regresar a mi casa, una de mis compañeras de estudios me llamó y me felicitó. ¡Había ingresado a la universidad, había ingresado a la carrera de Ingeniería de Minas! Cuando mis padres lo supieron se quedaron asombrados. Su reacción fue completamente diferente de lo que yo me había imaginado: me abrazaron y me dijeron que me iban a apoyar.

Las mujeres somos tan capaces como los hombres; un gran ejemplo es Pili Hussein, que, siendo mujer, se disfrazó de hombre para entrar en mina y trabajar durante casi una década, y no se dieron cuenta de que era una mujer. Hoy en día ella tiene su propia compañía minera.