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CAMBIOS VITALES A LA VENA

El tradicional sector de la salud se ha visto forzado a transformarse por la pandemia. Hasta ahora el resultado es positivo, sobre todo para el paciente, pero falta un cambio de mentalidad.

La crisis sanitaria ha generado que el sector de la salud se enfoque más en las necesidades del consumidor para ayudar a más personas afectadas por el virus y otras enfermedades. Eso se traduce en mayor flexibilidad y velocidad en la toma de decisiones en una industria que, paradójicamente, no suele caracterizarse por ser procliente.

Fernando Ríos, gerente general de Rimac Seguros, cuenta que la compañía ha pasado de tener una estructura tradicional, en que hay cuatro o cinco niveles de decisión, a trabajar con metodologías ágiles, en las cuales los equipos tienen recursos y autonomía para brindar soluciones a medida. Eso ha originado que el lanzamiento de un producto se reduzca de nueve meses a 90 días, como fue el caso, por ejemplo, de Salud Flexible, el seguro de Rimac en que el usuario decide por qué coberturas quiere pagar. “Este cambio en el modelo operativo va directamente a las necesidades de los clientes”, asegura Ríos.

La coyuntura también ha acelerado el proceso de digitalización del sector. “Si ese proceso hubiese sido impulsado únicamente por las compañías de seguros, probablemente habría sido muy difícil que se dé”, afirma Marcel Fort, gerente general de Crecer Seguros. Hoy, prácticamente todos los procesos de contratación, pago y reclamo se efectúan de forma digital.

Pero esa adopción aún cuesta, especialmente a los médicos y a los centros de salud, pues todavía falta digitalizar historias clínicas y hacer un correcto uso de la tecnología para atender pacientes a distancia. Christian Rivera, fundador y CEO de la plataforma Smart Doctor, explica que la transformación digital implica una fuerte inversión en ingenieros, diseñadores y áreas de seguridad de la información, que inicia entre los US$ 150.000 y los US$ 500.000, “pero puede llegar a costar millones”, refiere. “Las clínicas se preguntan: ‘¿He invertido millones en construir consultorios y ahora tengo que invertir más para que la gente ya no venga?’. Eso les genera conflicto”, destaca.

“Muchos de los procesos de las insurtechs, que eran vistos como una gran novedad, también los tienen las empresas tradicionales. La brecha se ha acortado”.

“Todavía va a haber personas a las que les acomodará más una compra o la relación presencial. Algunas cosas van a volver; tendremos un proceso blended”.

“Estamos en camino a ser una insurtech, es decir, operar en línea, muy rápido y con un alto entendimiento de cada cliente”.

“Los productos de salud enlatados, o one-sizefits-all, no acomodan al consumidor. Hay un problema de oferta, acceso, simplicidad y enfoque”.

“A las clínicas les está costando cambiar el chip que tienen desde hace 50 años y entender que la digitalización ha llegado para quedarse”.

“Estamos haciendo una plataforma digital para el agendamiento de citas en el INEN, y para que el doctor pueda atender desde casa y digitalizar las historias clínicas”.

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2021-07-16T07:00:00.0000000Z

2021-07-16T07:00:00.0000000Z

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