CADENA URGENTE DE VALOR

La tarea interna pendiente del sector agroexportador es incorporar en su circuito productivo a los pequeños agricultores de la sierra y la selva del país.

El gran desafío a partir del bicentenario para el sector agroexportador peruano es incorporar, en su exitosa cadena de valor, a miles de pequeños agricultores distribuidos en las tres áreas naturales del país.

“Es posible hacerlo, nosotros lo hemos hecho con el palmito en zona de selva, hemos podido incorporar pequeños agricultores, cuyos productos son apreciados por los mercados; por lo tanto, generan una rentabilidad atractiva”, subraya Yoselyn Malamud, CEO de Virú, al referirse a las comunidades que rodean Caynarachi, en Tarapoto, donde la agroexportadora tiene una planta de producción (línea de conservas) desde el 2013.

En ese mismo sentido, Lionel Arce, CEO de Complejo Agroindustrial Beta, remarca que un segundo paso al boom agroexportador de los últimos años es incorporar de manera mucho más masiva a agricultores de otras zonas del Perú. “La deuda que tenemos hacia adentro es bastante grande, desde la ausencia del Estado como facilitador hasta la propia generación de una cadena productiva, con lo que se incrementarían los volúmenes de exportación”, indica Arce.

El ejecutivo agrega que es indispensable que las nuevas autoridades que inician funciones este 28 de julio no le quiten competitividad al sector, dado que países vecinos pueden tomar esa competencia y empresas que dan trabajo a peruanos podrían terminar yéndose del país.

Rosario Bazán, CEO de Danper, sostiene que sus clientes —supermercados a nivel global— requieren en su cadena de valor a empresas modernas, responsables y competitivas, conectadas con su entorno. “Ellos buscan que en el core del negocio se integre la ejecución de soluciones para cerrar brechas o problemáticas sociales y ambientales en sus comunidades”. Bazán destaca que la tecnología es un habilitador clave para lograr eficiencias, elevar la productividad e impulsar la innovación; “hacer operaciones escalables y contar con información en tiempo real”.

“La agroindustria 4.0, que utiliza drones, satélites, sensores digitales, aplicaciones móviles y big data, comprende la transformación digital de la empresa y optimiza el uso de los recursos a lo largo de la cadena de valor”, precisa.

“Mediante el modelo de valor compartido, hemos conectado la eficiencia económica de las inversiones y la rentabilidad con el progreso de los trabajadores, sus familias y las comunidades”.

“Estamos invirtiendo en proyectos clave para la compañía: la estrategia de innovación digital y la transformación hacia business agility”.

“El Perú es un jugador muy importante agroindustrialmente, y tenemos muchas opciones que aún están en la mesa”.

“Desde el sector privado, AGAP debe dar la iniciativa para incorporar a las pequeñas unidades de producción en toda la cadena de valor de la agroexportación ”.

“Hay muchas hectáreas por desarrollar, hay proyectos de inversión que podrían generar un gran número de puestos de trabajo”.

“El mercado mundial está en expansión, la población crece y las tierras son limitadas, por lo que siempre se tiene que buscar mayor productividad”.